Review: Teen Wolf.

¡Hola holaaaaa!

Estoy que lo tiro estas vacaciones escribiendo tanto, ¿eh? Que se note que tengo demasiado tiempo libre y que me aburro muy fuerte. ¿Que si hoy traigo una de mis quejas? Nah, hoy vengo a hablaros de una serie que me llamó la atención y que decidí ver para comprobar si era tan buena como decían. Se trata de Teen Wolf. 

Mi reacción.

Tengo que confesar que, al ser una serie que veía todo el mundo y que veía hasta en la sopa, pensé que sería una bazofia de esas que ven todos los borregos. Sí, de esas que no tienen argumento, ni chicha ni ná de ná.

Es más, al ver el título -a la izquierda tenéis un ejemplo de cómo reaccioné nada más leerlo- automáticamente pensé que la serie iba a ser en plan Crepúsculo pero con hombres lobo. Y, sinceramente, estuve a punto de no perder mi tiempo con ella.

Pero me equivocaba totalmente. Sí que es verdad que no le faltan momentos Crepúsculo; pero, en mi opinión, es una serie que merece la pena ver. ¿Qué me llamó la atención de esta serie? Que dentro de la trama se jugaba al lacrosse. Y como yo soy masoca, pues busqué por el título de la serie en Tumblr a ver qué me encontraba. Siendo sincera, lo que me empujó a ver la serie fue que jugasen al lacrosse, no otra cosa. Como yo hace nada que empecé a jugar, pues...

El jueves pasado finalicé el visionado de la segunda temporada y he considerado oportuno comentar la serie aunque no haya terminado de ver las temporadas -que, por lo visto, son tres-. Debo recalcar que, al principio, la serie es muy lenta y cuesta engancharse. Pero vaya, es de esas series que sigues viendo porque quieres saber si va a pasar algo o va a seguir siendo tan aburrido como antes o más.

Como no quiero hacer spoilers, os contaré alguna cosilla sobre el argumento. Esta serie trata sobre la vida y milagros de un tal Scott McCall, quien será mordido por un hombre lobo alpha y convertido en un licántropo, pasando a formar parte de una manada. Convertirse en un hombre lobo tiene sus consecuencias, tanto buenas como malas. Adquiere ciertas habilidades, tales como un oído privilegiado, mucha destreza en los deportes, más confianza en sí mismo... En fin, que ser hombre lobo parece la panacea, pero no lo es. Las súper habilidades se ven contrarrestadas por la llegada de cada luna llena. Scott debe luchar contra su instinto debido a que, en esas noches, tiene ganas de matar.

Tadáaa, este es Scott McCall, el torpe que
se vuelve tó' popu después de convertirse
en licántropo.

La serie se contextualiza en un instituto de Beacon Hills, donde Scott y Stiles -que es el actor del gif que he puesto al principio de la entrada- estudian para tratar de sacarse el curso y acceder a la universidad. En este instituto el deporte por excelencia es el lacrosse. Y tienen un grupo de amigos bastante peculiar, entre los que encontramos a: Allison, Lydia y Jackson, quienes darán mucho juego a lo largo de la serie. Otro de los personajes principales es Derek, uno de los hombres lobo alpha.

De izquierda a derecha: Lydia, Jackson, Stiles, Scott, Allison y Derek.

  Lo que verdaderamente engancha son todas las subtramas que van apareciendo en el transcurso de la serie, porque cada vez se va volviendo más y más interesante, hasta el punto en el que te enganchas y no puedes dejar de verlo hasta acabar la temporada como me pasó a mí, que me acabé la temporada el jueves pasado a las cuatro de la mañana.

Como anécdota, tengo que resaltar que en un capítulo suelto de la segunda temporada Stiles le preguntó a Scott que si estaba estudiando la Selectividad. Vale que traduzcan las series, pero se ve a la legua que eso es un instituto americano y que no es como la selectividad española. Me reí fuerte.